Llegado desde Japón, el cultivo de setas en troncos de madera empezó a realizarse hace unos años en la Comunidad Asturiana y hoy, totalmente asentado, se ha convertido en uno de los productos de exportación más demandados. Se dedica principalmente a la variedad de setas shiitake, pero en los últimos años se ha abierto a otros tipos de hongos, que también se han adaptado perfectamente a nuestro entorno y que están dando excelentes resultados, no sólo a nivel alimentario, sino también cosmético e incluso sanitario.

La calidad de las setas así cultivadas es excepcional, ya que está libre de cualquier producto químico, y su técnica de cultivo, ya milenaria, es realmente sencilla. Las empresas en Asturias no sólo se dedican a la venta del producto final, sino que existe la posibilidad de cultivarlo en casa, adquiriendo el tronco que ya lleva inoculado el hongo, y que sólo necesita ser rehidratado periódicamente para gozar de nuestra propia cosecha de setas casera. Realmente, esto ha sido una verdadera revolución, y lo que empezó como un proyecto experimental, poco a poco ha ido ganando en importancia, hasta convertirse en un verdadero motor comercial.

Durante cientos de años, las setas shiitake han sido una fuente de alimento popular en Asia. Son el segundo hongo comestible más popular y el tercero más cultivado en el mundo. ¿Y por qué estos pequeños hongos son tan poderosos? Es porque tienen propiedades antivirales, antibacterianas y antifúngicas. También ayudan a controlar los niveles de azúcar en la sangre y a reducir la inflamación dentro del cuerpo. Entre sus principales propiedades se encuentran la lucha contra la obesidad, la estimulación del sistema inmunitario, la prevención de algunos tipos de cáncer, el cuidado del sistema cardiovascular, abundantes propiedades antrimicrobianas, aumento de la energía física y la actividad cerebral y ayuda para mantener una piel sana.

Además de todas los beneficios que el consumo de esta seta proporciona, además es un alimento sabroso, que puede cocinarse de variadas formas, complaciendo así a los paladares más exquisitos.

Por David

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